lunes, 18 de julio de 2011

No cumpleaños

Los cumpleaños siempre me parecieron eventos trascendentes, situaciones especiales en las que se definía la importancia que uno tenía para los demás. Ser invitado es, a mi entender, ser tenido en cuenta; estar presente en los pensamientos de una persona que decide compartir un día especial del año conmigo. Quizás suena un poco tonto, pero así lo siento y así lo vivo. 
A veces pienso que lo que me pasa tiene que ver con mi infancia y, más precisamente, con el primer chico que me gustó. Aldo era mi mejor amigo desde cuarto grado, pero yo no era para él su mejor amigo. Todos los años jugaba un juego: Un año me invitaba a su cumpleaños y al siguiente no. Sentía que de alguna forma él sabía lo que me pasaba y jugaba con mi reacción. Por supuesto, yo simulaba lo mejor que podía aquella omisión deliberada. Las veces que me invitó, ir a aquella fiesta se convertía para mí, en el evento más importante del año, más que Navidad incluso. Y yo, todos los años, el día de su cumple, lo esperaba afuera del aula para ser el primero en saludarlo. Por supuesto, eso no cambiaba su opinión acerca de invitarme o no. Yo sabía eso y creo que él sospechaba que mi saludo estaba libre de cualquier otra intención.
Será por esto, o por Dios sabe qué razón, la fecha de cumpleaños de Gustavo, después de que termináramos, se convirtió en una especie de limbo donde el tiempo y las obligaciones se desvanecen. Es raro lo que me pasa, puedo pasar semanas o meses sin recordarlo, creo haber superado la ruptura, pero esa fecha ejerce sobre mí algún poder que me agobia. Incluso durante esa fecha, no me siento mal, pero me gusta estar solo y no ser molestado. Además, es difícil saber qué hacer cuando cumple años un ex y más aún, si el cumpleañeros es Gustavo. Como las cosas quedaron mal y como lo conozco, sé que puedo hacerlo sentir mal, hasta arruinarle el día; o puede pensar que lo hago de compromiso, o que todavía lo recuerdo (lo cual es verdad); que todavían quedan algunas cenizas, o lo que es peor, brasas... Y siempre quedan las sospechas de algún intríngulis. Entonces mil cosas rondan mi cabeza. Pienso en escribirle un mensaje de texto que redacto de mil maneras sin poder decidirme por ninguna. Evalúo la opción de llamarlo, pero después pienso en la reacción o en la incomodidad. Empiezo a escribir un mail que terminará estancado para siempre en la carpeta "borradores".
Para estas fechas, para el día del cumpleaños, desaparezco. Me convierto en materia oscura. No hago planes; cumplo con mis obligaciones para después encerrarme en mi pieza para escuchar algún disco de The Smiths, ver alguna de esas películas que me gustan y que siempre repiten, como Elizabeth, o ver I-Sat o cualquier cosa. Gustavo sabía de la exagerada importancia que le daba a los cumpleaños de quienes me importaban, por eso en su día lo imagino recordándome. Pienso que de alguna forma, en algún plano, estamos conectados. Por supuesto, nada sabe de este ritual que roza lo insano y en el que de alguna manera festejo su natalicio. Toda esta monomanía termina cuando llegan las doce de la noche y con ellas, el alivio. Entonces yo vuelvo a la rutina y mi vida a su transcurso normal.
Este año será diferente, mis amigos descifraron de alguna manera "mi día fuera del mundo" y se propusieron mantenerme ocupado. Tratan de disimular que saben lo que pasa y yo también. Este año me había propuesto dejar este hábito, además no estoy acostumbrado a recibir tanta atención y la verdad  es que me gusta, por lo que acepté. Todavía no me dijeron bien a donde salimos este sábado, ni lo que vamos a hacer. Estoy más que intrigado. Después de todo, lo que hace interesante a la vida es que uno nunca sabe lo que va a pasar...

2 comentarios:

Gastón dijo...

Qué época cuando los cumpleaños eran un quilombo de cornetitas y lo bueno era la bolsita con sorpresas que nos daban a la salida...

Ahora sabemos que, por lo menos, una vez al año, nos cagan la existencia durante 24 horas.


Feliz NO cumpleaños!!!

Pavote dijo...

Es verdad, cuando eras chico no querías que termine, ahora no ves la hora de que pase el día ¡Feliz no cumpleaños para vos también Gastón!

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