Paul

Caminaba por el puente colgante, para llegar a la costanera este, pensando en cómo decirle a Mariano que me iría temprano porque en unas horas cursaba una materia. La excusa era perfecta, no sentía la culpa de mentirle, ni el cargo de conciencia por irme temprano de su cumple. Por primera vez, cursar un sábado me servía para algo, aunque sea para zafar temprano de una joda en la playa en la que no conocía a nadie.
La playa repleta y la oscuridad de la noche dificultaron que encontrara a Mariano y su grupo de amigos. Reconocí a uno de sus amigos cerca del bar que está a la vera de la laguna, le pregunté dónde estaban y me guió hasta el cumplañero. Lo saludé y le dije que no le diría "feliz cumple" porque ya habían pasado las doce. Se río y me presentó un par de amigas y amigos con buena onda, pero con los que no charlé mucho porque no dejaba de pensar en que me quería ir. Entonces se acercó Paul y Mariano nos presentó. Me vió un poco colgado, me ofreció una birra que acepté, charlamos, me dijo "Vení, hacete amigo" e hicimos unos pasos hasta donde estaban unas chicas con las que nos pusimos a hablar.

Paul es simpático, masculino, el alma de todas las jodas y tiene dos caras: Una cuando sonríe (casi todo el tiempo) y sus ojos se vuelven achinados, y otra cuando está serio. Pensaba en eso cuando charlábamos. Hablamos de fiestas, de conciertos, de música, de las respectivas carreras y de la vida durante un par de horas. Me dieron ganas de ir al baño, así que fui al bar. Cuando volví, me acerqué a Mariano y nos pusimos a charlar. Paul se acercó a nosotros y me di cuenta que no se despegaba de mí. "¿Será gay", pensaba. Cuando Mariano se fue a hablar con unos chicos, con Paul nos acercamos a una de sus amigas y seguimos charlando. No se me ocurría qué decir, ni qué preguntar, ni de qué hablar. Me sentía inhibido y trataba de parecer ocupado tomando cerveza mientras los escuchaba.
Eran cerca de las cuatro, tenía que levantarme dentro de tres horas, así que saludé.
-Bueno, me voy yendo porque mañana curso.
-Yo también me voy yendo porque mañana también curso-dijo la amiga de Paul.
-Y yo tengo que estudiar-dijo Paul.
-Bueno, vos quedate cinco minutos-me pidió Mariano-porque ya nos vamos y nos queda de paso dejarte en tu casa.
Paul y su amiga me hicieron seña de ir con ellos.
-Mejor no, estoy cansado y quiero irme ahora-le dije a Mariano tratando de parecer creíble.
Con Paul y la amiga cruzamos el puente colgante charlando. En el camino recibí un par de mensajes de Mariano reprochándome haberme ido intempestivamente. La chica me preguntó mi nombre y apellido para agregarme en Facebook. Por dentro esperaba que Paul me agregue.
Sobre bulevar conseguimos un taxi. Paul se bajó primero y después su amiga. Antes que se bajaran recibí un mensaje de Mariano: "Mmmm ojo con Paul vos jajaja".