lunes, 12 de diciembre de 2011

Defectos

Otra salida de jueves en Falucho Bar con mis compañeros de facultad estaba por empezar. Caminaba por la peatonal sin apuro. La quietud de las calles sugería que era tarde y el reloj de la Iglesia del Carmen indicaba las dos y media. Sus características campanadas lo confirmaron. Siento una sensación indescriptible al caminar en esas horas. Era el momento de la noche en la cual un viento fresco enreda el olor a río con el aroma de la cebada de la cervecería dándole a la ciudad un color único. Aquella amalgama me hizo recordar a José. José odiaba Santa Fe y eso para mí era un defecto. Alguna vez me pregunté qué me gustaba de él, sin embargo aquella noche, caminando por la calle San Martín, no podía dejar de pensar en sus defectos; defectos que volverían a cualquiera indeseable, pero que en José acentuaban mi atracción.
Siempre me gustaron los vagos simpáticos, extrovertidos, jodones... José no es nada de eso, es más bien huraño, solitario y reservado. El hecho de estar caminando a un encuentro con todos mis compañeros, excepto él, afianzaba mi observación. Además, es competitivo con el tema de las notas de la facultad y muchas veces no cae bien a algunos compañeros que me lo han comentado.
José fuma, fuma tanto que le da sed, por lo que siempre lleva una botella consigo. Creo que alguna vez besé a alguien que fumaba y sentí asco.Con él no me pasaba lo mismo, me gustaba verlo fumar. Agarraba el cigarrillo con el dedo índice y el pulgar, entrecerrando los ojos y reteniendo el humo entre sus dientes lo más posible para luego largarlo mirando hacia un lado.
Además, tiene panza. Yo nunca salí con alguien con panza, sin embargo a él la panza le quedaba bien. No es gordo, sino más bien grandote y alto.
Finalmente llegué al bar. Ya estaban todos y habían pedido unas jarras de fernet con coca. Me senté y empezamos a hablar de la facultad. Es raro, cuando estamos en la facultad, hablamos de salir y cuando salimos, hablamos de la facultad. Rosario, la mina con uno de los mejores promedios, sugirió que tomáramos unas caipiroskas. Muchos de nosotros no habíamos probado aquel veneno, aceptamos y ahí empezamos a derrapar. Gabriel besando a Belén, yo besando a Lorena, besos entre los cuatro, Rosario chamuyándose viejos para que le regalen alcohol, una compañera con novio besando a un compañero en el patio. Y ahí entró en escena Belén imitando a José. Su voz ronca, su forma de preguntar cómo nos había ido después de algún parcial, la vez que trató mal a Gabriel... Rosario preguntó por qué no había venido y Gabriel le contestó:
-No vino porque una vez me contó que cuando salía con los amigos de rugby hacía desastres y como tiene novia...
-¿Tiene novia?-pregunté desconcertado
-Sí, como hace cinco años-contestó Gabriel
-Pero a mí me dijo que no tenía novia.
-Huy, te quiso chamuyar-disparó Lorena, un poco en chiste intuyendo por dónde venía la mano.
La noche terminó mal. Lorena vomitó en la peatonal y se llevó la tarjeta de Gabriel, tuve que salir a buscarla porque no lo dejaban salir del bar, Rosario casi le pega una cachetada a un pibe que la quiso levantar diciéndole que se parecía a Cinthia Fernández y yo había descubierto dos defectos más de José: Tenía novia y me había mentido ¿Por qué me seguía gustando?

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